La pasada semana, por fin, la empresa ha dado el primer paso para sustituir las puertas ilegales que habían colocado en el edificio de Albarracín 25.
Nos han informado de que finalmente se van a sustituir todas por unas puertas con una hoja abatible de 90 cm y el resto de la puerta será fija.
Con este cambio se cumplirá, nos dicen, el Real Decreto 486 (por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo), el mismo que nos negaron en repetidas ocasiones que tenían que cumplir. Ha tenido que venir la inspección de trabajo a decirle a la empresa cual es la ley y que hay que cumplirla. Lamentable.
De momento, lo que no hay es fecha prevista para iniciar los cambios. Veremos lo que tardan, puesto que tienen hasta el 4 de diciembre de 2025, y eso tras conseguir una prorroga de la inspección de trabajo.
Lo que es lamentable es que decisiones arbitrarias de una persona, desoyendo a todas las partes que le decían que esas puertas no cumplían con la ley, vaya a costar dinero dos veces, una poniendo las puertas ilegales y ahora otra vez para quitarlas y poner otras nuevas.
La persona responsable de este desaguisado ya no está en la empresa, pertenecía a la anterior dirección, porque, si no, entendemos que esta negligencia sería motivo para un despido de esos que tanto le gustan a la dirección y, en este caso, con una justificación real y sin llevarse un euro, y no con una buena indemnización, como recibió en realidad.
En resumen, como siempre, esta empresa chapuza tras chapuza, y veremos de dónde va a salir el dinero para cambiar las puertas.
Que se las quiten a los del bar a los que se las regalaron