Diario de Paqui: Día tres

Jefa de pacotilla, nómina de broma

Querido diario,

Otro hito más en mi carrera: la gloriosa promoción a jefa de equipo. ¿Qué implica esto? Más responsabilidades, más trabajo y, por supuesto, más gente que se siente con derecho a mandarme correos a las 23:00 horas. ¿Y qué no implica? Exacto, querido diario: ningún céntimo más en mi sueldo. Arbustos rodando por el desierto de mi cuenta bancaria y eco absoluto en mi almacén de sueños y proyectos. Así que aquí estoy, con un nuevo título que no me sirve ni para pedir un boli con el logotipo de la empresa.

Y, por supuesto, la noticia llegó con un entusiasmo sobreactuado de mi responsable, como si me estuviera regalando un billete en primera al paraíso laboral: «Paqui, tu esfuerzo ha sido reconocido y ahora vas a liderar el equipo». Mi primera reacción fue parpadear lentamente y pensar: “¿Liderar qué? ¿El Titanic mientras se hunde?” Pero claro, hay que mantener la compostura, así que asentí mientras por dentro gritaba: «¡¿Y EL SUELDO?! ¡¿DÓNDE H*STIAS ESTÁ MI SUELDO?!»

Y no puedo evitar sentirme como la última payasa de este circo, la que siempre hace reír a los demás, pero luego no se lleva ningún aplauso y mucho menos algún beneficio de la taquilla. Me vendieron este cambio como un reconocimiento, pero a estas alturas, reconocimiento es lo único que me dan. Porque la realidad es esta: me han dado un título para engordar mi currículum y venderme más cara a los clientes, pero mi nómina sigue tan delgada como siempre, como las sílfides de los anuncios de colonia en las paradas del autobús. Y ya me ves, echando cuentas para ver si con mi mismo sueldo puedo permitirme algún lujo para celebrar el «ascenso». Tal vez me alcance para unas patatas bravas si las comparto con alguien, aunque ni siquiera estoy segura de eso.

Querido diario, sé que hay cosas peores en la vida, pero esta situación es como ofrecerte una tarta de cumpleaños y luego quitártela justo cuando te preparas para soplar las velas. Sí, ahora soy «jefa de equipo», pero lo que realmente lidero es el arte de sobrevivir con dignidad en un sistema que parece diseñado para explotarte hasta el último minuto.

En fin, habrá que seguir adelante, porque quejarse no sirve de nada… a menos que tengas un bocadillo de queso en la mano, que entonces las cosas siempre parecen menos amargas.

Con enfado, resignación y ganas de una buena tortilla, Paqui 🧑‍💻👩‍💼🍳

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