El Banco Central Europeo señala los grandes beneficios de las empresas, no los salarios, como culpables de las últimas subidas de precios. Esta avaricia corporativa, provoca lo que en inglés se llama greedflation, un aumento de precios que afecta directamente a los salarios de las personas trabajadoras, que ven cómo cada año que pasa su poder adquisitivo va menguando de manera alarmante, mientras los beneficios de las compañías no paran de crecer.
Como claro ejemplo de esta política, Capgemini presentó a la Representación Legal de las Personas Trabajadoras (RLPT) el informe anual de cuentas, donde muestran grandes resultados, a posteriori convenientemente maquillados con ingeniería financiera, para trasladar todo el margen a la empresa matriz y a los accionistas. Así, el CEO de la compañía se permite presumir de resultados en sus monólogos de cara a la plantilla, afirmando literalmente que si bien el año 2021 había sido bueno, el 2022 había sido todavía mejor. Según los últimos comunicados enviados por la empresa, el primer trimestre de 2023 va por el mismo camino que en los dos años anteriores, es decir, a unos resultados excelentes.
Sin embargo, estos resultados tan positivos para la compañía no se reflejan en ningún caso sobre los salarios de las personas trabajadoras. Si bien algún colectivo como Sogeti 2010 tiene un aumento automático ligado al IPC, los dos colectivos mayoritarios, CAPGEMINI y ALTRAN, no tienen ningún tipo de revisión salarial automática. Por lo tanto, cada año donde el IPC aumenta, están perdiendo poder adquisitivo.
Por este motivo llevamos tiempo reclamando a la empresa que se siente a negociar una política salarial basada en un aumento automático del salario para toda la plantilla, que permita mantener mínimamente el poder adquisitivo.
Por el contrario, Capgemini en 2022, no sólo no subió los salarios de las personas trabajadoras de la compañía, sino que, con la complicidad de algunas Secciones Sindicales, los recortó, firmando un acuerdo de política retributiva que permite absorber el devengo de los trienios de la antigüedad. Antes de este acuerdo, y tal y como reflejaba el Plan de Transformación de 2015, el trienio se cobraba de forma efectiva para toda la plantilla de Capgemini, por lo que a las personas que tenían un aumento por méritos se les sumaba dicho trienio. Ahora, después de la firma del mencionado acuerdo, quien tiene la suerte de tener un aumento meritorio de sueldo, verá que cuando le toque cobrar el trienio, éste se evaporará.
Esta política de recortes y congelaciones salariales coincide con una coyuntura de alta inflación en España, donde la avaricia corporativa de Capgemini y su irresponsabilidad social con la plantilla se está mostrando sin pudor. Mientras los sueldos de promedio en España han subido un 2,78%, Capgemini se muestra incapaz de acercarse a esa ridícula cifra en comparación con el IPC real.
Desde las Secciones Sindicales de CO.BAS y la INTERSINDICAL tenemos muy claro que es necesario que toda la plantilla tenga un aumento salarial mínimo garantizado anual, y más aún con los últimos IPCs, que están haciendo que los trabajadores de la compañía pierdan poder adquisitivo y sean más pobres cada año que pasa. No es de recibo que la empresa diga que los resultados son tan buenos y que Capgemini no sólo no suba los salarios, sino que intente recortarlos.
No dejaremos de denunciar esta situación y continuaremos luchando para que la plantilla de Capgemini tenga un aumento anual ligado al IPC, ya que esta medida no comportaría un aumento de sueldo sino un simple mantenimiento del poder adquisitivo.
Esperamos que el resto de Secciones Sindicales presentes en Capgemini se unan a esta reivindicación con el fin de sumar fuerzas y conseguir mejorar las condiciones salariales de toda la plantilla (incluido el reciente colectivo integrado de Altran).
Para cualquier duda o consulta que puedas tener acerca de este u otros asuntos, estaremos encantados de ayudarte.
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