MANIFESTACIÓN 8 DE MARZO DE 2016 EN MADRID:
Martes 8 de Marzo a las 19:00 h.
Atocha – Cibeles
Cortejo de co.bas 18:45 h. (Cuesta de Moyano)
Un año más nos encontramos que no hay ningún cambio en los derechos de las mujeres. Seguimos siendo de segunda clase en una sociedad totalmente progresista.
Quieren convencernos que los recortes en las distintas instituciones debido a la crisis, no permiten que se puedan solventar las necesidades mínimas de las mujeres.
Los recortes en las empresas afectan más directamente en las trabajadoras. A pesar de tener salarios más bajos que sus compañeros, suelen ser más fáciles de despedir, porque seguimos viviendo en una sociedad machista dónde se piensa que el hombre es el que mantiene a la familia y si hay que prescindir de alguien, es mejor que sea una mujer.
Los recortes en la educación, están acrecentando y provocando una sociedad inculta y manejable. Y cuanto más inculta, más manejable e influenciable. La desinformación, o la información manipulada provocan también la pérdida de los valores propios y necesarios de la especie humana y de la sociedad para poder convivir con un mínimo de normas. Las normas no deben servir como posible tajo de los derechos, pero si como canalizadoras de un correcto funcionamiento y de respeto en la sociedad.
La violencia de género no es un problema de las clases más bajas y con menos medios, ocurre en todas las clases. Es una forma de dominio intolerable, dónde unos “ciertos hombres” consideran a la mujer como de su propiedad y pueden hacer lo que les venga en gana, y otras “asumen su inferioridad” porque no saben dónde acudir para que les defiendan o asesoren.
El día 8 de Marzo conmemoramos la lucha de las mujeres en una sociedad intolerante. Queremos que se respete y valore en su justa medida las posibilidades de todas. A veces nos puede perjudicar la implantación obligatoria de cuotas de paridades en ciertas instituciones, puestos de trabajo o cargos públicos. Es una falsa igualdad. Si no hay mujeres para presentarse a un cargo, no hay que forzar una situación absurda, y sin embargo, seguir pagando un salario un 20% de media más bajo a las mujeres en cualquier puesto.
Sabemos cuándo nos discriminan por ser mujeres, una “discriminación positiva” debería servir para ayudar.
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