Ha costado, e incluso hasta el último momento dudábamos de que la empresa fuera a cumplir con los plazos dados por la inspección de trabajo, algo que no nos habría extrañado dada la prepotencia de la dirección de Atos pero, finalmente, Atos ha cumplido y ha cambiado las puertas de acceso a las diferentes zonas del edificio de Albarracín 25.
Hace ya un año que comenzábamos con el “teatro” de las puertas que se cambiaron en todo el edificio de Albarracín 25, con el responsable de Relaciones Laborales (RR.LL.) negando que se estuvieran cambiando, a pesar de que lo estábamos viendo con nuestros propios ojos. Tras intercambiar múltiples correos con RR. LL. y el departamento de prevención, que defendió a capa y espada que las puertas cumplían con la anchura mínima que exige ley, aun sabiendo que no era así y que se estaba poniendo en peligro a la plantilla (pero claro, no vas a morder la mano que te da de comer), finalmente, pusimos una denuncia a la inspección de trabajo y esta nos dio la razón, con la consecuencia de que la empresa se vio obligada a recoger cable y cambiar todas las puertas.
Tras un aplazamiento que les concedió la Inspección de Trabajo hasta el 1 de diciembre de 2025, cuando la fecha inicial era el 1 de agosto (se ve que llorar sí que saben), Atos ha cumplido, como siempre, en el último momento (se han terminado de cambiar el viernes 28 de noviembre) y se han sustituido todas las puertas del edificio por otras con una anchura de 90 cm, que cumplen con la ley.
Nos alegramos de que finalmente las cosas se hagan bien, aunque haya sido solo para ahorrarse una multa por no arreglar las puertas, aunque, como siempre, lamentamos que, en lugar de hablar con la RLPT, hacer caso al departamento de prevención e incluso a los expertos que les indicaban que esas puertas no cumplían con la ley, la prepotencia de la anterior dirección de RR.HH. y Facilities haya costado un incremento en los gastos de una obra que se podía haber hecho bien desde el principio. Por suerte o por desgracia, las personas responsables de esta decisión ya no están en la empresa, aunque, por otro lado, nos habría gustado que hubieran tenido que asumir sus errores y su prepotencia.
¿Supone esto que las cosas se van a hacer de otra manera? Lo dudamos, como ya os contamos se siguen haciendo las cosas sin contar con la RLPT, ni siquiera para informarnos de cualquier cambio que se vaya a llevar a cabo en las instalaciones. En este caso, dándole la vuelta al dicho, “distinto perro, pero el mismo collar”. Habrán cambiado las personas, pero no se nota ninguna diferencia en la forma de actuar, por lo que en COBAS seguiremos vigilando y denunciando lo que sea necesario para que se cumpla la ley.
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