Si bien nos alegramos cuando en abril la inspección de trabajo nos dio la razón en la denuncia de las puertas que se han instalado en Albarracín 25, hace unos días nos llevamos un jarro de agua fría cuando la empresa nos comunicó que la inspección de trabajo les ha ampliado el plazo (inicialmente de cuatro meses, que se cumplían el uno de agosto) hasta el uno de diciembre, es decir, cuatro meses más.
La empresa ha alegado que aún no tiene una solución (tampoco tienen tanto que pensar, o se cambian las puertas o se les pone un sistema de apertura automática, para que ambas puertas se abran a la vez) y que, además, como llega el verano, los proveedores tardan en servir el material necesario y no da tiempo.
Es decir, una vez más, a la empresa, la seguridad de la plantilla le da lo mismo, han estado a otras cosas, ignorando buscar una solución a un problema que la misma empresa ha generado, desoyendo todos los avisos que ha tenido de que las puertas no cumplían con la ley y, cuando se les echaba el tiempo encima, se escudan en excusas sin sentido para alargar una vez más el proceso.
Esta noticia ha sido una decepción para COBAS, ya que esperábamos ver solucionado el problema, pero, ante una decisión de la inspección, no podemos hacer nada, salvo estar pendientes de que se cumplan los nuevos plazos, y si no, informar a la Inspección de Trabajo cuando en diciembre tampoco hayan hecho nada.
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