
Hace unos días hablábamos sobre como Atos se dedica a despedir en lugar de intentar mantener el talento. Alineado con dicho artículo, queremos hablar en esta ocasión de la experiencia que, unida al talento, del que hay de sobra en Atos, se suele despreciar.
Nos encontramos con un Centro de Capacitación compuesto, en una amplia mayoría, por personas que salen de proyectos de larga duración, que se han pasado muchos años manteniendo con su trabajo uno o varios contratos y que, cuando dichos contratos se pierden, son condenadas a quedarse a la espera de que alguien se acuerde de ellas, bien para un proyecto, en el que si alguien te conoce posiblemente te reclame, o bien para un despido, porque la empresa no se esfuerza nada en recolocarte.
Esto ocurre básicamente por una causa, que continuamente esgrimen en los proyectos. Dicha causa es alegar que cobras demasiado y eres una persona muy cara para el proyecto, que por lo que pagan por ti pueden meter dos o tres personas sin experiencia, que las hay a patadas, y que con tu edad deberías ser, por lo menos, jefe de proyecto.
El problema es que no siempre dos o tres personas sin experiencia son capaces de hacer el trabajo de una persona con mucha experiencia, al menos, en el mismo tiempo. Un perfil técnico muy experimentado vale dinero y, como se viene demostrando en muchas ocasiones, no todo el mundo vale para puestos de jefatura o, simplemente, no quiere serlo.
¿Cuándo va Atos a dejar de despreciar a una persona que no ha querido ascender porque lo que de verdad se le da bien es estar creando código? ¿Cuándo se van a dar cuenta que seguramente esa persona “tan cara” lo es porque produce mucho más en menos tiempo?
Esperemos que de una vez Atos deje de despreciar la experiencia y vuelva a apostar por las personas que tanto han dado a la empresa.
Totalmente cierto, el desprecio que tienen en la empresa a la experiencia está bien claro en su política con la antigüedad del convenio, es absorbible, lo que nos da idea que nuestra experiencia es como si no existiera por lo que algunos nos dedicamos a trabajar cada año un poquito menos para compensar lo rápidos que somos haciéndolo